Casi tres años después del comienzo de la pandemia del COVID-19, que puso de manifiesto las carencias digitales de muchas empresas y aceleró el proceso de transformación digital que, en muchos casos, ya estaba en marcha, nos enfrentamos a una amenaza actual que puede obstaculizar la continuidad de este proceso: la inflación.
Mientras las empresas se preparan para un posible periodo de recesión económica se hace imprescindible contar con una estrategia de gestión de costes que ayude a optimizar el gasto global, la utilización de los servicios y los márgenes de beneficio.
En el caso de los proyectos de transformación digital, el coste puede variar ampliamente según el alcance y la escala del proyecto, así como las tecnologías y soluciones específicas que se implementen. Al planificar este tipo de proyectos es importante tener en cuenta los costes asociados, disponer de un presupuesto claro y establecer objetivos medibles para justificar esta inversión.
Pero ¿cuáles son los costes más comunes de este tipo de proyectos? Principalmente hay cuatro:
- Costes de software y hardware: al adquirir y desplegar un nuevo software o hardware. Esto puede incluir el coste de licencias, suscripciones y acuerdos de mantenimiento, así como el coste de cualquier actualización o sustitución de hardware que sea necesaria.
- Costes de mano de obra: esto puede incluir costes de contratación, así como el coste de formación en nuevas tecnologías o procesos. Un gasto a tener en cuenta.
- Costes de consultoría y servicios profesionales: muchas organizaciones incurren en costes de consultoría y servicios profesionales cuando adoptan nuevas tecnologías. Esto incluye el coste de empresas de consultoría externas, agentes especializados o autónomos.
- Costes de mantenimiento y asistencia: después de la implantación inicial, habrá costes continuos asociados al mantenimiento y soporte de los nuevos sistemas y tecnología.
Áreas principales de inversión
La seguridad parte como principal área de inversión. Palo Alto Networks ha presentado su informe What’s Next in Cyber, que revela que más de un 90% de las organizaciones en España han ampliado su inversión destinada a ciberseguridad. A su vez, la mitad de ellas (50%), plantean un incremento significativo en su presupuesto dedicado a ello, concretamente entre el 6% y el 20% durante 2023.
Actualmente, entre un 25% y un 49% del presupuesto en ciberseguridad de 7 de cada 10 empresas españolas se asigna a requisitos de seguridad relacionados con la transformación digital.
La nube es otra área que concentra un alto nivel inversión con dos factores fundamentales: primero la resiliencia empresarial y segundo la eliminación de costes fijos e iniciales para el despliegue de soluciones y/o servicios.
Gartner predice que en 2023 la inversión en Infraestructura como Servicio (IaaS) aumentará en un 29,8%. Aunque todas las áreas de la nube pública crecerán, se espera que la inflación afecte principalmente a las áreas de Plataforma como Servicio (PaaS) y Software como Servicio (SaaS).
Servicios Cloud y costes
El uso de la nube puede tener un impacto significativo en los costes de una empresa. Por un lado, algunas soluciones en la nube pueden resultar más económicas que los sistemas de tecnología de la información tradicionales, especialmente si se requiere una gran cantidad de recursos informáticos. No obstante, el coste de los servicios en la nube pueden ser variables y depender de muchos factores como el uso, la escala, la configuración y los acuerdos comerciales que se establezcan con los proveedores. Por ello, es fundamental realizar una evaluación rigurosa de los costes y las opciones antes de adoptar una solución cloud, con el fin de tomar una decisión informada y rentable.
Cloud Pública
La computación en nube pública puede ofrecer una solución rentable para las empresas. Sin embargo, es importante gestionar adecuadamente los costes y evitar así que se acumulen rápidamente.
¿Cómo podemos reducir costes en un entorno de cloud pública?
- Dimensionamiento correcto: es esencial que nos aseguremos que las máquinas virtuales (VM) tengan el tamaño adecuado para nuestras cargas de trabajo. El sobreaprovisionamiento puede generar un desperdicio de recursos y aumentar los costes.
- Autoescalado: usar el autoescalado para ajustar automáticamente el número de máquinas virtuales en función de la carga de trabajo actual. De este modo, se puede evitar el sobreaprovisionamiento y reducir los costes durante los periodos de bajo uso.
- Instancias reservadas: considerar la posibilidad de adquirir instancias reservadas puede ofrecer ahorros de costes importantes, en comparación con las instancias on demand, especialmente para el uso a largo plazo.
- Instancias spot: otra opción a considerar son las instancias spot, que son máquinas virtuales disponibles a un precio con descuento basado en la capacidad actual no utilizada.
- Supervise and optimice: es importante supervisar y optimizar regularmente el uso de recursos para identificar y eliminar cualquier recurso innecesario o infrautilizado.
- Uso del SaaS: es recomendable aprovechar las ofertas de software como servicio (SaaS) para cargas de trabajo específicas.
- Aprovechar los servicios nativos de la nube: hay muchos proveedores de cloud pública que incluyen una amplia gama de servicios como: almacenamiento, bases de datos y análisis. Esto puede ayudarnos a no tener que construir y mantener nuestra propia infraestructura.
Con estas estrategias es posible reducir significativamente los costes de computación en nube pública sin comprometer el rendimiento o la funcionalidad de los sistemas.
Cloud híbrida
En una nube híbrida hay varios elementos que pueden ayudarnos a reducir costes:
- Optimizar el uso de recursos: utilizar herramientas como el autoescalado y autoaprovisionamiento para garantizar que los recursos se utilicen solo cuando sean necesarios.
- Utilizar la combinación adecuada de recursos de nube pública y privada: usar la nube pública para cargas de trabajo variables y la nube privada para datos sensibles y regulados.
- Aprovechar las herramientas de gestión de costes de la nube: supervisar y controlar los costes de la nube utilizando estas herramientas, que pueden ayudar a identificar y eliminar los recursos desperdiciados.
- Asignar costes y devolución de cargos: esto nos permitirá comprender qué departamentos o proyectos generan más costes y así tomar medidas para reducirlos.
- Utilizar softwares de código abierto: el software de código abierto puede ser menos costoso que las alternativas comerciales y también se puede personalizar para satisfacer necesidades específicas.
- Negociar con nuestro proveedor cloud: muchos proveedores ofrecen descuentos por contratos a largo plazo o por comprometerse a un cierto nivel de uso.
- Utilizar una estrategia multicloud: distribuir las cargas de trabajo entre distintos proveedores de la nube para aprovechar sus diferentes modelos de precios y ofertas de servicios.
- Identificar y eliminar recursos ociosos: revisar periódicamente y eliminar los recursos ociosos, como máquinas virtuales, volúmenes de EBS y equilibradores de carga que ya no sean necesarios.
Transformación digital, una prioridad en 2023
La transformación digital ya no es solo una opción, sino que se ha convertido en una necesidad para las empresas que quieran ser competitivas y relevantes en la economía actual. Teniendo en cuenta los objetivos y presupuestos establecidos podremos continuar con nuestros proyectos. Quizás no se pueda llegar al 100%, pero avanzar en un 50 o 60% nos permitirá mantener nuestra posición y cuota de mercado.
Si estamos preparados para el cambio, será mucho más fácil aprovechar la oportunidad cuando el mercado vuelva a normalizarse, cuando la inflación no sea tan alta o cuando se pueda recuperar el tráfico de componentes y sistemas.
Darle continuidad a la transformación digital ahora nos ahorrará tiempo, esfuerzo y presupuesto a largo plazo, garantizando nuestra supervivencia y éxito en un mercado cada vez más cambiante y competitivo.
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Autor: Antonio Maeso, Team Leader de Infraestructura IT
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