Aprovechando el día de la mujer, queremos poner en valor el trabajo de aquellas Managers que dirigen equipos en un espacio donde tradicionalmente ha existido una mayoría masculina: el sector IT.
Según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en los llamados sectores STEM solo hay dos mujeres de cada diez personas trabajadoras. Dada esta diferencia, podemos entender por qué hay muy pocos modelos de referencia que den visibilidad a las contribuciones de las mujeres en estos ámbitos.
Si, además del sector, nos fijamos en la categoría profesional que ocupan las mujeres, veremos que las cifras tampoco mejoran. De hecho, el número de mujeres directivas en España se sitúa en el 34% por segundo año consecutivo.
Pese al estancamiento, España se mantiene todavía entre los primeros 10 países del mundo en cuanto a desarrollo de políticas de diversidad e igualdad en un periodo excepcional como el que vivimos.
Rompiendo el techo de cristal: El valor del liderazgo femenino
La buena noticia es que, a pesar de los retos que hemos tenido que asumir a nivel global por culpa de la pandemia, estamos en un momento en que el liderazgo femenino va rompiendo poco a poco el llamado techo de cristal.
“Yo soy mujer y soy joven, estadísticamente me he saltado todas las barreras y techos de cristal”, explica Nerea Sánchez, Area Manager de Data into Value en Open3s. Bajo su punto de vista, el liderazgo femenino depende más de la mentalidad de una organización que de las estadísticas: “He estado en empresas donde todos los managers eran hombres y otras en las que todos los managers eran mujeres; creo que depende de la política y mentalidad de la empresa, hay muchas organizaciones que tienen políticas de igualdad porque quieren cambiar la tendencia.”
Nerea Sánchez, Area Manager de Data into Value en Open3s
Si pensamos en el sector IT, encontramos también una particularidad: el talento escasea. Por este motivo, Natalia Almudévar, Manager del departamento de Personas en Open3s, explica que “IT es un sector donde escasean los profesionales, por eso el talento no entiende de género y las mujeres tienen las mismas posibilidades. En nuestra organización no existe ningún tipo de brecha salarial y los posibles techos de cristal vienen dados por las capacidades e intereses de cada persona, sea hombre o mujer. Cada vez somos más mujeres en el equipo, simplemente porque cada vez hay más mujeres en IT”. Si tenemos en cuenta que cada día se necesitan más profesionales en IT, entenderemos por qué lo que prima es contar con la persona idónea para cada necesidad.
Los retos de mantener el foco en las personas durante el Teletrabajo
Ha pasado 1 año desde el primer confinamiento debido a la pandemia, un buen momento para recordar cómo fueron esas primeras semanas y cuáles son los mayores retos de dirigir personas en remoto.
A pesar de contar con todas las herramientas para teletrabajar, el factor humano siempre es decisivo tal y como explica Nerea Sánchez: “El principal reto de liderar un equipo en pandemia ha sido lidiar con el estado emocional de las personas. Aunque estoy acostumbrada a liderar en remoto porque parte de mi equipo ya trabajaba de esta forma, no ver a las personas siempre genera dificultades”.
A nivel emocional, esta pandemia ha representado un shock, especialmente por la falta de contacto social. Según Natalia Almudévar: “La falta de contacto social de alguna manera acaba pasando factura a las personas. El contacto humano es necesario, para sentir que formas parte de algo y no adoptar, de manera inconsciente, actitudes individualistas.”
Natalia Almudévar, Manager del departamento de Personas en Open3s
Una de las ventajas de dirigir un equipo IT, especialmente cuando se dan estas situaciones, es que se puede seguir trabajando con normalidad: “Vivimos el primer confinamiento con relativa tranquilidad, lo que más nos preocupaba era la salud de las personas. A nivel de empresa, y por la tipología de nuestra actividad, hemos podido trabajar en remoto desde el minuto uno y para nosotros no ha sido traumático, dado que ya proveníamos de un modelo de trabajo mixto”, explica Natalia Almudévar.
Si nos fijamos en el caso de Open3s, para no perder el foco en las personas se organizaron actividades online de teambuilding durante la primera etapa del confinamiento. El objetivo de estas actividades era, además de levantar el ánimo de las personas, conocerse un poco mejor: “Hacíamos diferentes actividades, como recoger fotos del equipo de pequeños y jugar a adivinar quién era quién; otro día, cada persona escribió dos cosas sobre él o ella, una que fuera verdad y una que fuera mentira y teníamos que adivinar cuál era cuál. Nos ayudaba a compartir un espacio distendido, relajar el ambiente y a conocernos mejor”, rememora Natalia Almudévar.
Cómo lidiar con la incertidumbre como norma
Después de unas primeras semanas de confinamiento, a lo largo del 2020 se fueron sucediendo diferentes medidas de desescalada. Ya en 2021, los datos al alza del virus hicieron que, una vez más, tuviéramos que confinarnos según Comunidades Autónomas.
Desde un punto de vista de liderazgo, lo más importante era que este panorama cambiante no afectara a las personas: “El hecho de darnos libertad para ir o no a la oficina, a pesar de que las medidas de confinamiento iban cambiando, nos dio mucha tranquilidad, especialmente a aquellas personas con miedo a coger el transporte público o tener que coincidir en espacios cerrados”, explica Nerea Sánchez.
Además de la incertidumbre originada por las medidas de confinamiento, muchas organizaciones que nunca habían trabajado en remoto se platearon si la productividad de sus empleados se vería afectada por el teletrabajo. En este punto los expertos difieren, ya que mientras algunos dicen que la productividad podría verse afectada, otros aseguran que sin duda subirá este 2021.
Según Nerea Sánchez, lo que ha sucedido este último año ha servido para demostrar con hechos que el teletrabajo es efectivo y los equipos siguen siendo productivos: “A pesar de no tener a los compañeros al lado, seguimos teniendo un montón de herramientas para hacer reuniones colaborativas. En general, los responsables de algunos equipos en otras organizaciones no confiaban mucho en que eso fuera efectivo, pero ahora se ha demostrado que la gente sigue trabajando bien y que es responsable”.
En este punto es necesario remarcar que el teletrabajo puede generar dificultades dependiendo de las tareas que realicemos. En este sentido, Natalia Almudévar señala: “En mi caso el teletrabajo sí me permite ser más productiva, porque he reducido a la mitad mis desplazamientos y puedo programar muchas más reuniones que antes, lo cual también contribuye a mejorar la movilidad y a disminuir la contaminación en las ciudades. En contrapartida, he perdido también el contacto cara a cara con colaboradores o clientes, lo cual es un hándicap.”
El futuro del teletrabajo, ¿con margen de mejora?
Como pasa con la productividad, hay un claro debate entre los que piensan que el teletrabajo ha venido para quedarse y los que creen que volveremos al modelo que teníamos antes de la pandemia.
En cualquier caso, si se impusiera el nuevo modelo de trabajo remoto, Natalia Almudévar tiene claro lo más importante: “La clave siempre es hablar con las personas y escucharlas, porque cada persona vive el teletrabajo de forma diferente.” Si el futuro pasa por un modelo mixto, basado en pasar algunos días en la oficina y algunos en casa, será necesario ver qué modelo le funciona mejor a cada persona: “Lo importante es identificar qué necesidades hay y dar las herramientas, en la medida de lo posible, para que todo el mundo pueda adoptar el modelo que le vaya mejor. En la parte personal es dónde hay que articular mecanismos para no perder la cercanía con el equipo. En Open3s seguimos apostando por un modelo mixto”, explica Natalia Almudévar.
A pesar de que llevamos un año entero teletrabajando, existen todavía organizaciones que tienen que lidiar con un liderazgo basado en el micromanagement. Ante esta realidad, y si pensamos que el trabajo en remoto puede imponerse durante más tiempo, Nerea Sánchez explica cómo tendría que percibirse el teletrabajo: “Si el teletrabajo ha venido para quedarse, que es algo que está por ver, no tendría que ser una excusa para implementar medidas de micromanagement. No es necesario una reunión diaria para ver si se cumplen los objetivos, yo creo más en dar autonomía personal cuando alguien demuestra que puede trabajar sin supervisión.”
Mantener el foco en las personas, plantear un modelo adecuado para que se pueda desarrollar el trabajo con normalidad y autonomía, es fundamental si queremos un liderazgo colaborativo y productivo. A pesar de que las estadísticas puedan no estar del lado de las mujeres como líderes de equipo, queda claro que lo importante es seguir trabajando para un liderazgo en el sector IT que sea equitativo e igualitario en todos los ámbitos.