Crear una App es una de las decisiones más difíciles que tiene que tomar una empresa. No solamente porque requiere una gran inversión de tiempo y de dinero, sino porque supondrá un trabajo diario de observación y mejora del rendimiento de esa aplicación móvil.
Para mejorar el rendimiento, antes tienes que saber cómo está funcionando tu App. Por eso, en este artículo comentaremos 10 métricas de tu App que quizá no estás teniendo en cuenta y que pueden ser decisivas.
Por qué es necesario conocer el rendimiento de tu App
Una App no es un proyecto que tenga un principio y un final, sino que es un nuevo camino que puede convertirse en una línea de negocio importante dentro de la organización. Y aquí viene lo complicado: nutrir y mejorar esa nueva línea de negocio para que realmente aporte valor a la empresa.
Las aplicaciones móviles, como también lo son las páginas web, son algo vivo que tiene que evolucionar. Si, una vez hecha la App, nos olvidamos del proyecto y no prestamos atención a su rendimiento, es muy posible que todo aquello que ha costado tantas horas de trabajo y dinero no nos acabe sirviendo de mucho.
10 métricas de tu App que quizá no estás teniendo en cuenta
Hay muchas métricas para tener en cuenta en una app, pero hay algunas muy importantes que se suelen pasar por alto porque simplemente no sabemos que podemos medirlas. Por eso, te explicamos algunas métricas clave que no solemos tener en cuenta porque no contamos todavía con una buena plataforma de monitorización:
1. Tiempos de respuesta. A nadie le gusta perder el tiempo, y menos cuando estamos usando una aplicación para que nos de una respuesta rápida a nuestra necesidad. Por eso, tenemos que fijarnos en el tiempo que tarda la app en hacer el Login, en cargar un determinado menú o en procesar una determinada operativa.
2. Ratio de errores. Si nos fijamos en las reseñas de aplicaciones conocidas, lo que veremos es que una de las principales quejas de los usuarios (a parte de los tiempos de respuesta) es que encuentran muchos errores dentro de la aplicación. Aunque un usuario pueda terminar la acción que quería llevar a cabo, si se encuentra varios errores en el camino puede dejar de usar la app.
3. Comportamiento del usuario antes de un crash. Un crash o un error puede ocurrir por muchos motivos distintos y podemos tardar mucho tiempo en descubrir dónde y por qué ocurre. Una buena forma de descubrir cuanto antes por qué ocurre un error, es fijarnos en qué estaba haciendo el usuario antes del error. Como hay infinidad de caminos distintos que puede seguir un usuario dentro de una app, la forma más rápida y eficaz de ver ese comportamiento es con una buena herramienta de monitorización de aplicaciones.
4. Usos comunes de la aplicación. Si detectamos que un gran número de usuarios realiza una misma acción dentro de la app, podemos implementar mejoras en las siguientes actualizaciones para que esa misma acción se pueda hacer más rápido y de forma más cómoda. Eso hará que la app tenga una mejor experiencia de usuario y usen nuestra aplicación de forma más recurrente. Instagram, sin ir más lejos, mejora continuamente su interfaz para que los usuarios puedan hacer las acciones más recurrentes de forma más cómoda.
5. Usos de la aplicación “no lógicas”. Puede que haya un buen número de usuarios que usen la aplicación “de forma ilógica” o, dicho de otra manera, que sigan un camino que no estaba pensado como el más común o lógico. Eso indicaría que nuestra aplicación no tiene una buena usabilidad y que los usuarios no pueden suponer o entender cuál es el correcto funcionamiento de la app. Como nosotros NO somos el usuario, no podemos permitir que la aplicación sea entendible solo por los que la han desarrollado y diseñado. Por el contrario, tenemos que esforzarnos para que nuestra aplicación sea entendible y asegurar que es fácil de usar para nuestros usuarios.
6. Tipos de dispositivos y sistemas operativos para evitar errores. Saber qué tipos de dispositivos y sistemas operativos y en qué contexto se usan puede ser muy útil a la hora de mejorar la calidad de nuestra aplicación y evitar que sucedan errores que a priori no sabíamos por qué sucedían. Un ejemplo de esto podría ser un caso que detectamos desde Open3s, en el que una aplicación identificaba un dispositivo sin huella dactilar como si fuera un dispositivo que sí tenía huella dactilar. Este fallo en la aplicación, que se podría haber tardado mucho en solucionar, pudo detectarse rápidamente gracias a una buena monitorización de la aplicación.
7. Canal y ubicación de los usuarios. Un usuario puede relacionarse con una aplicación desde múltiples canales y ubicaciones. Hay marcas, por ejemplo, que cuentan con promociones para que el usuario utilice la app dentro de la tienda durante su proceso de compra. Por eso es importante saber desde qué canales se ha conectado el usuario y, si es posible, desde qué ubicaciones concretas.
8. Actividad de los usuarios según sus hábitos. El mismo usuario que ha usado la app en la tienda puede realizar compras online desde su casa unos días después usando de nuevo la aplicación. Si recolectamos los datos de los distintos canales y ubicaciones, podemos trazar la actividad de un usuario independientemente del canal que haya utilizado. Esto no solo se consigue a través de la monitorización de la aplicación móvil, sino también integrando todos los datos en una plataforma única que nos de una visibilidad global. Si hacemos una trazabilidad de esos canales, podemos conocer mejor a los usuarios y saber cuáles son sus hábitos de compra.
9. Horas de más actividad. Saber a qué horas se conectan más frecuentemente los usuarios puede tener multitud de utilidades, desde saber cuándo mandar notificaciones o promociones hasta prepararnos para evitar posibles fallos derivados de la alta afluencia de usuarios.
10. Abandono del uso de la aplicación (más allá del carrito). Saber cuántas veces se abandona el carrito de compra es relativamente fácil, pero eso no significa que sea ese el punto exacto en que el usuario ha dejado de usar la app. Quizá un usuario no quería comprar nada, sino que se guardaba los artículos en el carrito para ojearlos más tarde. Ese matiz, que puede ser muy importante a la larga, solo se podría extraer si tenemos una monitorización completa de la navegación del usuario para saber exactamente dónde y por qué ha abandonado la aplicación.
Cómo monitorizar tus aplicaciones de forma fiable
Para monitorizar tus aplicaciones móviles, es esencial que los datos que recopilas sean transparentes y fiables. Si la visibilidad de la aplicación depende por completo del proveedor de desarrollo, es posible que los indicadores de calidad que reporten tengan sesgos debido a que, en muchas ocasiones, la monitorización que se lleva a cabo es opaca y no se detalla cómo se han obtenido los datos.
Para poder tener unas métricas fiables, es necesario que los datos se recojan de forma automática, sean objetivos, medibles e inmutables. De esta forma, esos datos se podrán tomar como punto de referencia para medir si los cambios que vayamos implementando en la aplicación realmente funcionan. Solo podremos saber si estamos mejorando si contamos con un método basado en métricas reales y una visibilidad total de nuestra aplicación móvil.
En Open3s apostamos por plataformas de monitorización holísticas, que permitan conocer el rendimiento real de las aplicaciones móviles. Si quieres saber más acerca de cómo mejorar el rendimiento de tu App, no te pierdas nuestro Open Paper.
Autoras: Nerea Sánchez (Area Manager Data into Value) y Mireia Moré (Digital Marketing Specialist).